Raimundo Lida matiza (a su antojo) las mismas, pudiendo leer del propio Quevedo (""), entrelazado con Raimundo, lo siguiente:
"las cosas que en esta villa han sucedido (con el cura) no son creíbles."
Se le acusa, y con razón, de las mayores infamias, que han traido por añadidura.
Y en medio de tantas miserias, Felipe IV no halla ocupacion más urgente que la de dictar pragmaticas sobre el uso de los coches, literas y sillas. A Quevedo no le preocupa; no le tocará pagar impuesto: él no tiene más que una jaquilla y una mula.
" Paguen, que es muy justo, los poltrones que se mecen y arrullan las panzas."
Quevedo sabe andar a pie, aunque sea cojeando. Lo que es por él, puede el rey seguir adelante con sus pragmáticas: "No pienso asustarme hasta que manden que nadie pueda cojear."
Myself:
Notas de un libro sorprendente, espeso e inteligente. Digerir con suavidad y que lo disfruten con unas grandes y actualizadas risas.
Abajo el régimen!
Salud y paz...ciencia.
Prosas de Quevedo por Raimundo Lida
Agur yogurt! Merecemos más que ser meros vasallos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu mismo loslas, gracias.
¡Algo se está moviendo!
Salud y paz...ciencia.