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17 de abril de 2014

¿Miles de qué?


¡Miles qué!


Qué fácil es ser pobre. El éxito no conlleva carga.
Un beso.

Qué fácil es ser rico. El fracaso un mal escaso.
Un abrazo.

Qué fácil es no ser, siendo. Nadie es algo y alguien, será nada.
Una sonrisa.

Qué fácil es hacerlo, difícil, sin beso, abrazo y una sonrisa.

Qué fácil es ser humano y qué difícil ser persona.
Siempre siendo humano y aunque también, jamás persona.

Todo conlleva algo en el ser nada, algo.
Pobre y rica mi humana razón, un narciso, reflejada, en el agua, turbia.

Qué fácil es ser narciso humano, y cuan difícil se hace ser flor, narcisa en persona.

Qué fácil es ser amor y no esperar, dificultad sino, nada…

Siendo yo, por ti:

Flor embriagada
Aroma banal, cielo abierto, tierra gastada ETA parada.

Siendo yo, para ti:

Amor.
Narciso nómada sin alas.

Volveré a la tierra con mi amor desde el cielo que rocé,
Y gracias por ETA de nada.

¿Miles de qué?



Gloria a Dios
¿Miles Y qué?
ETA de nada. 
Imagine aquella...
 ¡milesker!


VIVA EL CRISTO DE LA HUMILDAD. 
¡VIVA!
Viva Cristo rey.
¡VIVA!

Salud y paz…ciencia.



8 de diciembre de 2013

L3 ✞ Despacho al gusto de mí…Independencia.

O - Odio -


La España de hoy

A Luis Bonafoux

Veo con gusto que la jauría clerical aulla contra ti furiosa. ¡bah! Un puntapié y adelante.

Sí; rebajamiento de caracteres, resignaciones de eunuco, y mucha inmoralidad, y mucha podredumbre, y muchos frailes, y devotos por oficio y devotas por vicio...
Esto hay en España, más degradada hoy que cuando el Hechizado reinaba.

Lenta ha sido la labor, pero de éxito seguro; corromper, encanallar á los españoles para ponerlos en condiciones de sufrirlo todo, esto se propusieron y esto han conseguido.
El despertar de los sueños d ella felicidad que los restauradores pintaban, ha sido terrible.
Todo ha resultado mentira, menos el robo y el saqueo, durante los veintidós años últimos; mentira del bienestar, pues únicamente vivían bien los que chupaban la savia de la nación; mentira de prosperidad, pues sólo se elevaban los tahures de la política, los usureros del estado, los agiotistas de la fortuna pública; mentira el orden, pues no era más que la calma que precede á las grandes tempestades; mentira la moralidad, pues en época alguna mediaron más todas las prostituciones, del cuerpo y del espíritu.

Para llamar la atención á otra parte, á fin de poder acabar tranquilamente con el país, pusieron en moda la devoción, recogieron la escoria clerical arrojada de Francia, y hoy está convertida España en un gran convento donde se conspira contra todo lo honrado, se calumnia todo lo digno, se persigue todo lo decente.

No hay vida fuera de la Iglesia; todo, más ó menos directamente, se halla en sus manos; de aquí que se haya atrevido ya á descubrir claramente su propósito de ir matando de hambre al que no puede quemar como en tiempos de la Inquisición, ahorcar como en los de Fernando VII, ó echar á presidio y deportar como en los de Narváez. Ser hoy liberal al estilo antiguo, es decir, con vergüenza, es condenarse voluntariamente á la miseria. Por esto, los ganapanes de azada, título académico ó pluma, como las fregonas de camisa burda ó falda de seda, se acogen á los conventos y asilos; instinto de conservación, no fe religiosa; como en ellos encuentran alimento, protección é impunidad, acuden á bandadas.
Todo se arruina lentamente en España; sólo la Iglesia se alza poderosa. Todos lloran, sólo la Iglesia canta. Por todas partes quejas, reclamaciones, súplicas...La miseria invade, no hay el hogar del obrero, sino el de la clase media. Los que tienen mucho dan algo, pero es á las gentes de Iglesia; los que mueren, les dejan sin bienes.

Se cierran talleres y fábricas; á los labradores pobres les venden las fincas para satisfacer los impuestos, y no se procede contra los ricos que ocultan las suyas; emigran por millares los jornaleros á África y á la América del Sur, y s subvencionan cofradías y fiestas religiosas; se regalan mantos de fabuloso valor á las vírgenes de madera, y las de carne tienen que dejar de serlo para vivir; los curas están al corriente hasta de las pagas que la revolución dejó de abonarles para que no fueran íntegras á manos de los carlistas, y los militares que se batieron en Cuba las reciben con retraso.
Los catedráticos son perseguidos por los obispos; anteayer Arenas; ayer Odón de Buen, hoy Dorado Montero...y ¡Oh, cobardía! ni una voz poderosa levántase en defensa suya, ni una protesta colectiva lanzan sus compañeros, entre los cuales figuran republicanos y liberales de influencia y prestigio: Todos callan, sea por indiferencia, sea por temor á que la persecución les alcance.
Esto avergüenza, Bonafoux. ¿Cuán lejos estamos ya de aquellos tiempos en que Laureano Calderón y Augusto Linares arrostraban el despojo, la prisión y el destierro por no transigir con la reacción que se iniciaba, lo mismo que hicieron por aquel entonces Giner de los Ríos; y el mismo Salmerón, que ahora permanecen mudos!
Al que no se confiesé á la hora de morir, se le niega sepultura; al que no se descubre al paso de una procesión, se le da un garrotazo; al que discute un punto del dogma cátolico, se le envía á presidio; escarnécese á los protestantes é insúltase á los masones... Y todo esto se tolera por los llamados liberales, á sabiendas d eque la religión sólo sirve de máscara á la política hipócrita y miserable que trata de matar el espíritu revolucionario para sustituirlo, ó con el histerismo religioso que enerva al par que pervierte, ó con el escapulario de detente bala, por si mañana se le escapase de la mano la influencia que ejerce hoy; política cobarde que culebrea desde el Quirinal al Vaticano, acuchilla á los estudiantes, odia la ciencia y encarcela al escritor.
Al Ejército lo están preparando para D. Carlos. Ya los soldados llevan escapularios como las honradas masas de asesinos de Cuenca, Olot é Iguzquiza; entre sus jefes, los hay que tocan sus condecoraciones en la momia de San Isidro, y entre sus generales, quienes cargan con pendones en las fiestas religiosas. Los soldados van á Cuba y Filipinas blindados de medallas; cuando se baten y triunfan, no es de ellos la gloria, sino de la providencia, del santo del día. Se les regatea hasta la honra de saber morir dignamente por la patria.
El Ejército no es, no puede ser nunca carlista; se lo vedan sus convicciones, su historia, la sangre que ha derramado por la libertad; y si esto no bastare, se lo vedaría el instinto de conservación; el día que D. Carlos se viera en el trono, mandaría á su casa á generales, jefes y oficiales para colocar á los suyos; pero esto no quita para que se procure por todos los medios empujarle hacia la reacción por el camino religioso.
La ley se aplica hoy çá capricho del partido que manda; los jueces condena á presidio al que combate un punto del dogma ó discute un milagro; en cambo se detienen ante los conventos y los palacios episcopales; dígalo Calvo y Valero, malversador de los millones del legado de Igareda.
Los ministerios, los altos cuerpos del estado, las academias, las Universidades dan contingente crecido á las fiestas religiosas, que se celebran, ora para que llueva, ora para que no; ya para dar gracias al cielo por cualquier cosa, ya para pedirle que acabe la guerra.
Del periodismo, religión de descreídos, pero gran fuerza social, ya he hablado hace días. Los espíritus rectos son tan pocos, que no pueden oponerse á las corrientes de mercantilismo que en él predominan. Entrar en un periódico, es tomar un oficio. Se defiende al que paga. ¿Acaso el peón del albañil no construye lo mismo templos que lupanares?
Abogados, industriales, comerciantes, ¡hasta los cómicos!, ¡hasta los médicos!, tienen ya santos titulares, se reunen en cofradías, celebran fiestas y se cuelgan cintajos con imágenes y letreros: ¡hermanos de tal!..., ¡hermanos de cual! Que hacen recordar á Caín. Ahora se trata de que los periodistas aceptemos por abogado á San Saturnino.
Aquí se celebra una rifa para comprar un riquísimo manto á una imagen; allá se levanta un soberbio edificio religioso con el dinero de los fieles; esta asoación prepara grandes fiestas para festejar el día de su patrono; aquella hermandad dispone una romería en honor del suyo; una comisión pide para el dote de una joven que aspira á convertirse en esposa de Cristo; otra recauda para edificar un templo; un aristócrata muere y deja por herederos á los jesuitas; una señora se encierra en un convento y enriquece á la comunidad; las hermanas de la caridad no pueden colocar en sus coches los donativos de especie, amén de las cuantiosas mandas que reciben en dinero; los pórticos de las iglesias son bazares donde todo se subasta; una papeleta de diez céntimos abre las puertas del Paraíso.
Y por si esto no bastare, en cuantas ciudades, villas y aldeas tiene España, lo mismo en el pulpito que en el confesonario, en la prensa que en el Ateneo, en el taller que en el almacén, á la puerta del comercio como á la de la Iglesia, se pronuncia ó se escribe esta frase: ¡Limosna para el Papa! Y la mujer honrada al par que la prostituta, y el hombre serio á la vez que el libertino, la repiten, esforzándose por figurar los primeros en las listas de suscripción.
Se levantan conventos por todas partes, y no hay caldo en los hospitales; los hogares están perturbados por la injerencia clerical; los padres de hijas con dote tienen que tomar precauciones para que no se las secuestren; las madres con hijas hermosas las buscan desoladas por los asilos religiosos; los seminaristas y aprendices de fraile se hallan exentos del servicio militar.
Los duendes han resucitado, las almas en pena piden sufragios, las vírgenes se aparecen, los santos curan enfermos, los endemoniados gritan en las iglesias, los misioneros preparan la guerra civil, los fieles alborotan en los rosarios de la Aurora, los curas ahuyentan la langosta y otras plagas á hisopazos y latines... Y salen todos los días apóstoles curanderos; y los ciegos cantan milagros por las calles entremezclados con hazañas de bandidos; y se pide á Dios que retire las aguas en las inundaciones; y se bendice todo, has lo podrido.
Pero ¿qué más? Los bandidos que mata la Guardia Civil llevan al cuello tres ó cuatro escapularios; calcuta, Bonafoux, por este dato, cuántos llevarán los que no se ponen al habla con ella.


Y ahora que trato de esta gente, no quiero que se me pase decirte que muchos concejales republicanos asisten á fiestas religiosas pagadas con fondos del Municipio.
Los jóvenes son hijos ó de San Luis, ó de San Ignacio, ó de cualquiera otro santo; las jóvenes, hijas de María, en sus múltiples advocaciones, ó del Corazón de Jesús; las hay reparadoras no sé de qué, siervas, esclavas; el asunto es tener un pretexto para echarse á la calle con el devocionario en la mano, y... Detengámonos en el dintel de la maledicencia.
No se da psao sin tropezar con un cura, un fraile ó una hermana de la caridad. No se recorren veinte metros sin divisar un convento, una capilla, una iglesia ó un asilo benéfico; no transcurre un día sin recibir una circular católica en demanda de limosna. Las campanillas de las cavas, movidas por manos de fregratrices con tocas, no dejan sonar.
Celébranse fiestas á diario; cuándo el rosario, cuándo la novena, cuándo la procesión. Y mucho cirio, y mucho perfume; y en los ricos vestidos de las imágenes, muchas joyas; y mucho oro y mucha pedrería en los de los ministros del altar.
Hoy no se respira en esta nación más que por los pulmones de la frailería, la clerigalla y el monjío; hoy no se leen más que oraciones, relatos de milagros ó insultos á la libertad. Las mujeres no piensan en otra cosa que en acudir á los templos á oir sandeces é inmoralidades, cuando no en practicarlas al salir. Los hombres, unos por hipócritas, otros por malvados y muchos por débiles, permiten que en sus familias se introduzca la serpiente negra, aun cuando se enrosque á su fortuna ó á su honor; de ahí esas donaciones escandalosas, esas jóvenes deshonradas, esos encierros á viva fuerza en los conventos, esos crímenes contra natura, que casi no escandalizan ya á esta que fué siempre raza de hombres viriles.
Y mientras tanto, las alhajas de los templos desapareciendo con todo lo que tiene algún valor histórico ó artístico; ideas de odio y de exterminio vertiéndose en el púlpito; coro de maldiciones resonando en los templos...Y como consecuencia lógica, un pueblo embrutecido, fanatizado, hambriento, sin conciencia de su deber ni idea de su dignidad, que contribuye á todas esas farsas con su quietismo y se deja morir cobarde y resignadamente por esas aldeas, esos talleres, esos campos...
Y al compás de esta orgía de devoción, de esta danza macabra de virtudes abominables, se pierde y se hunde cuanto constituyó siempre el orgullo de este pueblo, porque falta aquí de moralidad lo que sobra de cobardía. La misma ganzúa que sirve para forzar la caja de valores, se emplea en abrir las puertas del cielo; la prostitución dorada comienza en la alcoba la frase ¡yo te amo!...dirigida al amante, y la termina en el templo, añadiéndole un ¡Dios mío! Se va de Sodoma á Jerusalén en quince minutos. El diablo acompaña sonriente á pecadores y pecadoras hasta la puerta de la iglesia y aguarda tranquilo á que salgan para cogerse á su brazo de nuevo.
Y á todo esto, los hospitales tienen que rechazar los enfermos por falta de sitio; en los asilos religiosos se roba, se baila y algo más, y en las Inclusas los niños se mueren de hambre; hay ama que se encarga de tres ó cuatros, y no cobra después. Y allá, en el fondo de esos tristes tugurios habitados por las clases productoras, tragedias terribles en que el hambre ejerce de protagonista.
Y los redimidos por Mendizábal, los hijos de los que derramaron su sangre por matar el predominio clerical, apenas si paran mientes en lo que nos rodea; y ven alzarse conventos á porrillo; estafar el dinero á los fanáticos por todos los medios imaginables; secuestrar jóvenes de ambos sexos par llenar los conventos; apoderarse, bajo pretextos caritativos; de escuelas, asilos y hospitales; fundar asociaciones con aparente carácter religioso, pero en realidad para preparar la nueva guerra civil; correr impunemente de un lado á otro frailes y monjas con órdenes de organización y propaganda... Y callan, como si sobre ellos no hubiera de desplomarse la avalancha.
Una sola esperanza queda, como ya te he dicho; que esas multitudes hambrientas y desarrapadas, por instinto más que por convicción, se alcen un día, y con el hierro curen la gangrena social, y con la tea purifiquen la atmósfera saturada de miasmas de podredumbre, poniendo en el fiel la balanza de la justicia.
Si no justificaran la revolución las inmoralidades de los monárquicos, la justificaría el deber en que estamos todos de romper la red que el clericalismo nos ha tendido...
He aquí querido Bonafoux, pintado á la ligera el cuadro que te ofrecí; si de algo peca es de flojedad en las tintas. Y dime ahora si no merece alguna disculpa ese que mi citas por haberse dejado arrastrar un instante por la corriente general. Es una lástima, porque era (y creo que lo será todavía), de los llamados á salvarse del naufragio en este océano de inmundicia. Pero de todas suertes, es triste esto de que hoy unos, mañana otros, vayan tantos cediendo ó transigiendo, aun cuando esto sirva para avalorar el mérito de los luchan se sostienen; pues como dijo nuestro inmortal Ruiz de Alarcón:
Los malos honran los buenos
como honra la noche al día,
que sin tinieblas, tendría
el mundo la luz en menos.
Sabes que te quiere desde que te conoció, éste que anda en los periódicos á caza de tu firma para aprender algo y admirar mucho.


El Motín 1897
Revista semanal satírica


Anotaciones al texto, para libremente enjuiciar con el silencio más valorado, el despacho al gusto de mí…Independencia:


 Si amas en igual proporción podrás odiar.
El amor mata.



Cambiar en igualdad circunstancial de tiempo aconfesional: Iglesia (Entregada vida a Dios) por Estado (Vividores de Dios y comunidad anticristo del bienestar), la cuenta será precisa en justa hora, más adelante, podremos hablar de Religión y tal...
Curioso que los progres de antaño, ahora no sean liberales o quizás, me equivoque y escondan sus intenciones en la solidaridad suplantada a Dios, y cierto es, en su hora más injusta, la rebelión de los pobres serán arrojados a los perros de la paz, en una guerra sin par, con los alimentos que los mantienen a todos y todas en sus seguridad, instalados, gracias a Dios.
Es oportuno repetir que sin la llamada de la cruz, la sangría no seria festiva, ni taurina, sino humana.
La iglesia no se alza, se levanta en abierto abrazo a Dios, bendición la humanidad y toda su naturaleza... Obra y gracia de Dios todopoderoso. Por lo tanto, tan sólo la puede ensalzar Dios nuestro señor y con él y en él, nuestra libertad individual, que así comprende y entiende deba ser por imperiosa obligación y sin derecho la de participar en la comunidad sin más.



La Iglesia canta alabanzas de amor y alegría, porque no siempre puede llorar, ni ahogarse en la eterna condena de la pena y la desgracia. Su alegría es la motivación de ser hombre de fe, sin muerte, y con sus lágrimas el riego de la vida.



¡Se chove, que chova!
¡Agua Dios!


Fragmentos de conventos:
No hay peor cosa que la instalación, pensaba Francisco. En el campo abierto, en la arena del combate es donde el hombre se fortalece. Por eso Francisco no retenía por mucho tiempo a sus hermanos. Muy pronto los soltaba a los caminos abiertos del mundo porque sabía que sin batalla no hay fortaleza y que la madurez es fruto de muchas heridas. 
Y dijo a sus hermanos: 
¿Qué quiere el señor de todo esto? 
Sin duda quiere librarnos de la tentación de la instalación, ¿No decimos todos los días que somos peregrinos y extranjeros en este mundo?

Recordad pues: Donde hay instalación hay seguridad y donde hay seguridad, no hay pobreza. No busquéis otra seguridad que el saberos amados del altisimo.


Francisco de Asís, el buenagente.

Final del padre nuestro de Praydino la Faba:
...No dejes que esto ocurra. No nos dejes caer en nosotros mismos. No permitas que se apague la inquietud que nos tiene hay en tu búsqueda. Líbranos de perder nuestra libertad, la que nos hace "hijos de Dios".
Amén.


¡AMOR!

Vivir para todos

A mí mismo

Estoy envanecido y contento de que mi vida termine como empezó: Creyendo en la patria, en el amor, en la abnegación, en el sacrificio, en cuanto levanta los pies del polvo, eleva el espíritu, ensancha el corazón, y pone do de haber trabajado constantemente por los desheredados, los que sufren, los que han hambre y sed de justicia, y haber combatido la iniquidad en todas sus manifestaciones.
El día que muera, no sentiré remordimientos por haberme ocupado mucho de mí.


El Motín 1903
Revista semanal satírica



El día que descubras después de huir, de unir y explorar  el horizonte que hay más allá y después de ti, contemplarás que hay algo más.
 ¡Bienvenido!

Si por la razón te roban el sueño, estás muerto y enterrado.
¡Gloria a Dios!





KIFACE by the FACE

En: BOOM!




Nota desconcertante
Podría escribir mejor y con mayor entrega en cuanto al tiempo y su enjuiciamiento, pero entiendo que tan sólo a mi debe importarle esto, por lo que así está, maravilloso...

24 de noviembre de 2013

L1 ✞ Despacho al gusto de mí…Independencia.


A - Anarquía -



Bodas de oro

A su santidad León XIII

Señor:

Jamás católico alguno se postró á vuestras plantas con el fervor que hoy este impío, ni acuidió potentado regio con presente más rico que el que os lleva, sin exigiros en cambio título mundano ni pasaporte de bienaventuranza eterna.

En el momento que estas líneas escribo, estáis, Señor, recibiendo homenaje de pueblos, emperadores y reyes, no sólo católicos, sino protestantes, cismáticos, mahometanos, budhistas y de otras religiones. El arte, la industria, la riqueza en todos sus esplendores aspectos se disputan el honor de agasajaros, y cuantas magnificencias han podido reunir la piedad, el orgullo y la emulación, se ven esparcidas en los salones del vaticano. Uniéndolas á los millones en metálico que os han entregado á la vez, bien puede asegurarse que ningún soberano poseyó tantos tesoros acumulados por el amor, la veneración y el respeto.
Pero también en este instante, Señor, aquí, en esta España donde el catolicismo tiene raíces tan hondas, millares de seres redimidos en el calvario perecen de hambre y de frío. Las madres ven morir á sus hijos agarrados á sus pechos escuálidos; los niños, que Jesús amaba tanto, sucumben por falta de alimento en elas inclusas; lasjóvenes acaban anémicas ó se prostituyen para vivir; los hombres que todo lo piden al trabajo, vagan por las poblaciones con los brazos cruzados al pecho demandando una limosna; los caminos se ven invadidos de católicos andrajosos alargando la mano del viajero, y en las cubeirtas de los buques llenas de desgraciados que emigran.
Y ocurren sucesos espantosos. Hoy es un padre que asesina á sus hijos por no verlos morir lentamente; mañana una madre se suicida junto á la cuna de su hijo moribundo; ya una familia entera cae exánime en un paseo; ya un niño es recogido rígido por la policia en medio de la calle; aquí se ve á una niña que agoniza por haber devorado ansiosamente un trozo de embutido encontrado en el arroyo.

En los pueblos la miseria excede á toda ponderación. Se pide trabajo primero, se mendiga después, se come raíces más tarde, y se muere en silencio á la postre.

Los hospitales están llenos, á pesar de las bajas diarias que hace la muerte; las casas de prostitución atestadas, no obstante los claros que produce el vicio; las cárceles de bote en bote, aun cuando salen a menudo racimos de hombres para los presidios, donde ya no caben tampoco, sin que nada de esto suponga perversión ni inmoralidad, sino deseos de vivir; hambre, en una palabra.
Esto es lo que se ve; lo que no se ve es más espantoso todavía.

Los dramas de angustia y desesperación que se representan á lo vivo entre cuatro paredes; las fiebres y los delirios que la miseria extrema incuba; las ferocidades del instinto apagando los destellos de la inteligencia; la voz de la fraternidad desoída unas veces, y otras llegando á gritos, rugidos, imprecaciones; ideas de odio que germina, deseos de venganza, que brotan, resignaciones que no se comprenden, sufrimientos que no se conciben, blasfemias que no se justifican… ¡ Y la indiferencia por todo remedio, y la fosa común por toda esperanza!
¡Ah, Señor! Si al recibir los regalos hubiérais sospechado siquiera que cada uno dejaba detrás aflicciones terribles sin consuelo, y al aceptar el dinero, que cada peseta podía haber sido la salvación diaria de una familia de creyentes, tengo la seguridad de que tomáis en el acto por iniciativa propia esta resolución:
Rifar los objetos de valor recibidos de España, y su producto, unido á los millones en numerario, regalárselo al Gobierno para que, en vuestro nombre, salvase la vida este invierno á gran número de católicos.
¿Comprendéis ahora, Señor, con cuánta razón, os decía que nadie os ha enviado un regalo tan soberbio como la corona de Caridad que este impío quiere ceñir á vuestra frente?

¡Caridad¿ ¡Palabra santa y de alto abolengo en el cristianismo! El Maestro la predicó divinizándola con el ejemplo, y la Iglesia, guardadora de su doctrina, la ha elevado al rando de virtud, llenando sus altares con quienes la practicaron. Por ella el desvalido conserva fe y su pecho se abre á la esperanza; á ella se debe que la desgracia no abata ni el dolor mate; por ella viven los pobres de espíritu.

¿Qué mayor gloria, Señor, ni qué triunfo más grande para la Iglesia, ni qué golpe más tremendo para quienes la combatimos? Toda la propaganda hecha por nosotros en esto últimos aó quedaría anulada por este acto vuestro.
Por no poner en armonía sus obras con sus palabras, la Iglesia ha sufrido y sufre rudos embates: obrad como os digo, Señor, y las voces más autorizadas enmudecerán, temerosas de no encontrar eco. Y aun cuando no enmudecieran, ¿qué importaría ante el espectáculo grandioso de miles de católicos salvados de la muerte por el rasgo sublime de Vuestra Santidad? Sus voces serían ahogadas por el coro de bendiciones y alabanzas que entonaría el orbe entero, al ver que el representante de Cristo en la Tierra, despreciendo los bienes terrenales, había conservado la vida á tanto niño, llenado de alegría á tanta madre, salvodode la deshora á tanta joven, dado de comer á tanto hambriento, vestido á tanto desnudo, consolado á tanto triste y devuelto la fe á tanto pecho de donde había huido asustada, por creer incurable la sed de riquezas que devora á la Iglesia.

Atended á mis suplica, Señor; pensad en vuestras ovejas, Pastor fiel; acudid á vuestros hermanos, Representante de Cristo; recordad que las puertas del cielo se cierran para el que duda, y que es fácil dudar cuando se expira en un rincón, abandonado de todos, hasta d elos ministros de Dios de Bondad, que no acuden por estar ocupados en clasificar alhajas y contar millones.

¡Piedad! ¡Compasión! ¡Una migaja del festín de vuestras bodas para tanto peregrino de la desgracia sin posada!

¡Una gota de bálsamo de la Caridad aplicada á las llagas del cuerpo y á los dolores del alma! ¡Un trozo de pan, Señor, para los que han hambre de él y de justicia, y ceñid en premio á vuestra frente la corona de la Caridad que os ofrezco!

Hacedlo, Señor; que si las alhajas y objetos que habéis recibido en este día de todas las partes del mundo y de todas las comuniones religiosas representan un valor de XXXXXXXX de reales, y la cantidad en metálico que ha ingresado en las arcas del Tesoro Pontificio asciende á XXXXXXXXX de reales, bien podéis, sin hacer gran sacrificio, enviar á los pobres de España lo que los ricos os han llevado, á pesar de saber que sus compatriotas, los que defienden la patria cuando peligra, la honran con su virtud y la enriquecen con su trabajo, sucumben hoy á centenares por el hambre y el frío.

El Motín 1888
Revista semanal satírica

Anotaciones al texto, para libremente enjuiciar con el silencio más valorado, el despacho al gusto de mí…Independencia:

Si amas en igual proporción podrás odiar.
El amor mata.
Si con el progreso y el paso de los años la Iglesia sigue siendo la riqueza sin Dios a repartir y el escarnio a compartir por los dioses sin cabeza…, siendo privada e independiente y la única auxiliadora sin poder estatal REAL de la “ciudadanía”; que alguien me explique, ¿Para que pagamos impuestos públicos y privados al estado y su comunidad, cuando la responsabilidad del propio estado, su comunidad y sus gobiernos no lo son aceptados o vislumbrados, más que para aceptar la deuda que se genere tanto de la publica, cómo la privada y así, lo requiera y entienda como cobro por sus servicios y otros, que diría la factura…; teniendo todos los recursos a su disposición y sin embargo, no hacen frente a la miseria que asola el propio engrandecido y sobre dimensionado estado comunitario, permitiendo que los derechos -con sus obligaciones - de los ciudadanos, explicita mente los más trabajadores por tiempo y obra más cercanos, no sean no correspondidos, sino pisoteados; y recompensados los invasores, instalados de la comodidad -Ups! Quise decir comunidad Europea- el parasitismo, la incultura educacional terruña y apatía extranjera, imponiendo la cultura invasora y su educación trasgresora – socialislamista a todas luces, encubierta y más que negra, como su petroleo- sin respeto alguno a la endémica y sobre todo, falta de criterio en cuanto al orden y la distribución en la gestión del “pueblo” -Dios supremo e inexistente, por lo visto, con razón, para los no creyentes e incluso los que ya hasta creen, pero en él todo extraterrestre, pues de este mundo no puede, ni pudo ser, si no lo ves...dijo el ciego. Obvio- que tanto ha costado, al sacrificio y el derroche de humanidad desgastados con moral y ética educación durante tantos años de adversidad y contemplación de la barbarie humana?
¿Para esto tanto recordarnos la república, la guerra civil y su puta madre?
¿Esto es memoria histórica? ¿A quién beneficia todo este enredo?
¿Debemos de ser los pobres los que sigamos divirtiendo a los ricos -con sus nuevos- y haciendo las gracias con batallitas infrahumanas, xenofobias, de género y etc. Para que puedan justificar los poderes establecidos su valía y su NECESIDAD?
¿Podría el hombre con su capacidad, cambiar el curso de la historia, sino es a muerte impuesta en las sombras, dejando que te pudras silenciosamente, cómo hasta ahora?

Mejor no respondo…o mejor, comúnmente expuesto:
NO COMENT. SILENCE PLEASE.

Hace un siglo y pico…-seguimos enganchados y sin querer desintoxicarnos- en el gobierno, 4 ladrones convencidos, con una radical, responsabilidad.
Consabido su poder actuaban con recta ansiedad…

Hoy en día sin cabeza alguna y con miles de razones, su angustia -entre risas, obviamente bien compartidas en el aburrimiento- se protege radicalmente ante la pública responsabilidad, manteniendo la enfermedad, crecida, de su ansia…

¿Qué esperar entonces, qué esperar ahora de un tiempo a vueltas y revueltas que dejado en recta sentencia un ejercito de justicieros con razón, corazón bajo llave -por si acaso- y alto sobrepeso de buenas maneras, sin conocer más régimen que el impuesto al pueblo -Dios invisible, hasta en su mayoría…- con la apropiación indebida de todo recurso, incluido el espiritual?
Donde la única rectitud se divisa en bolsa, meciéndose según el interés convenga a la impronta de la solución al problema, generado previamente, fustigando y forzando la justicia, que más que balanza, te hace levitar o te aplasta si no tomas su medicina, sino remas por las sales de su mar, charco o fango, que así dispongan en orgía crepuscular momentánea y sucedánea de una política infernal, sin mente, clara, claro.

¿Quién puede creer en Dios -Todopoderoso, sin pueblo en el universo más que él- cuando a éste le han hecho desaparecer con tanto nombrarlo, cansarlo, aburrirlo?
¿Cómo pretender limpiar el templo de por sí vacío, cuando se construyen más templos para el expolio, la prevaricación, la extorsión y el acoso doctrinal a la libertad del ser, sin contar que la desgracia humana -recurso inagotable- ensuciará más aun la solidaridad, transformándola y dando continuidad al negocio -anterior a la Iglesia católica- de la sumisión por desecho social, su esclavitud comprensiva y de paso, romper con la afrenta que día a día se proclama en bucle incesante, eterno altar…y en consecuencia destronar el principio de protesta, de lamento, de reflexión y comunión plural con energías artificiales -eso sí, materiales y asimilables por el respetable- desalojando el silencio y el grito de la conciencia en acción?

Todo ello utilizando el pensamiento plano general y sin mayores esfuerzos que algo de presión estomacal, por ejemplo…aunque haya muchas, muchas y mas practicas, más, sutiles.
¿Quién o qué aliviará el desajuste humano, una comunidad, un estado, un gobierno, un ayuntamiento de leyes con desigualdad y papeles para bibliotecas personales amazónicas?

Si por algo existe la FE, será precisamente por esto y para contrarrestar esto: Con la búsqueda de la libertad, aunque está es y será presa de la razón del hombre consciente, será la persona a titulo personal la que descubrirá en su búsqueda y en el amor a Dios, lo propio y lo ajeno, conjunción para la conciencia donde no hay más que Dignidad y Esperanza humana.

Teniendo presente que todo reflejo personal se pierde en la colectividad, momento en el cual aparecen el estado de la comunidad y su necesidad, impuesta.

¿La salvación humana?
Su propia naturaleza.

Si por darte mi riqueza, alivio mi pesar, el capital no seria un tormento más allá de aplacar la mediocridad y aún así, debo ser egoísta hasta en el amar, pues no hay recibidores que me acepten sin más…amor que el propio, pecado inmortal, que no por mucho querer, deba abandonar, a pesar de todo y en el silencio compartir, su triste, soledad.
Todo anti capital aún siendo de provincias a lo más que alcanza es a la entrada para un pueblo de singular falsa capitalidad, altruista y global. Lo demás, mundos paralelos y para lelas.

¿Por qué apostar a ganar, si te educaron para perder?
Y pretender vivir en la honradez, haciendo de la miseria, un consuelo de rico placer. No aceptando una vez ya estás estás perdido, y de ello ya te educaron y así quedaste convencido…por qué no entregarlo todo…al olvido.

Por nuestra razón de ser. NADA, pero intentar llegar hasta el final en ella, plácidamente.

Curiosas las formas de la tela de araña, que tan frágiles en su apariencia, te atrapan para no dejarte escapar y todo, por un consumo responsable.

“Busca lo que amas, y deja que te mate.”
Charles Bukowski.

Salud y paz…ciencia
Mis desgracias.



¡AMOR!

Vivir para todos

A mi mismo

Estoy envanecido y contento de que mi vida termine como empezó: Creyendo en la patria, en el amor, en la abnegación, en el sacrificio, en cuanto levanta los pies del polvo, eleva el espíritu, ensancha el corazón, y pone do de haber trabajado constantemente por los desheredados, los que sufren, los que han hambre y sed de justicia, y haber combatido la iniquidad en todas sus manifestaciones.
El día que muera, no sentiré remordimientos por haberme ocupado mucho de mí.


El Motín 1903
Revista semanal satírica

El día que descubras después de huir, de unir y explorar el horizonte que hay más allá y después de ti, contemplarás que hay algo más. ¡Bienvenido!


¡Gloria a Dios!


 


Nota desconcertante
Podría escribir mejor y con mayor entrega en cuanto al tiempo y su enjuiciamiento, pero entiendo que tan sólo a mi debe importarle esto, por lo que así está, maravilloso...

25 de octubre de 2013

Te lo tenía que decir...Elena.


Y yo, ando, en mí, perdido…

Cuando las murallas son custodias de sueños, aún,  más perdidos… desvanecidos en la ausencia.
Quebrantos sin uniforme, uniformadas las condenas, tan sólo con mis penas, mis sufrimientos se desgranan, encadenados,  a las penas de los que sueñan…con manjares y entrepiernas de sobremesa.
Unas sillas, unos sillones sin contemplaciones, acrecientan enriqueciendo la duda y rompen, las indecisiones. Alimentando la desdicha y la falta, de las ilusiones.

Encerrados en un sueño de esperanzas sin pasiones. Ignorantes, sumisas las ansias de los corazones.

Y yo, ando, en mí, perdido…

Contemplando como acaricia el día, las nuevas disposiciones:
ZAMPAR, el pensamiento del hambriento, ZAMPAR, a la mañana. ZAMPAR, lo que haya. ZAMPAR lo que disponga…la muralla, custodia arrogancia.
ZAMPAR…en un transito sin importancia…

Y he aquí, la riqueza de mis días. Expuestos a la necesidad, de soñar, con llenar el alma y ZAMPAR pobreza, hasta reventar…el sueño, de la inteligente y, cebada, desgracia…

Y yo, ando, en mí, perdido…

Penefino poeta
Busca penitenta
Pie fino
Y una luz
Para su
Cometa…

Yo rey, bufón y verdugo

Salud y paz…ciencia.


Jaja, jajaja, jaja, jajajajaja…

Y yo, ando, en mí, perdido…