Domina lo más profundo del ser
Se desvanece con el amanecer
El miedo hechiza la ilusión
Enjuagua el ardor de estomago
Enladrilla la conciencia
Con el cemento de la paciencia
Somos soldados de la esperanza
Las alas del querer y no poder
Angeles promiscuos perdidos en la selva
Que rueda y gira nostalgica, buscando su sed
La mirada de la inocencia
Observadora en su mundo de papel
Se diluye y desaperece con el agua, que nunca pudiste beber
Un sueño camina por las calles
Un misterio goza de placer
¿Hasta cuando tú guerra de dolor?
Si por tus venas fluye la alegría
Arma tu honor, en el tiempo de la locura
Funde la hermosura con la desgracia
Anida en el manto de la oscuridad romera
Tan solo por la sagrada vanidad
Somos dueños de la nada
Poseemos el rigor y la justicia
La gracia del aliento en la palabra
Suave, maltratada, dormida confianza
Un sueño se refugia en el credo
Emociona lo que ni tú oyes, ni yo veo
Algo más que suerte, un sencillo deseo
Abré tu alma y tu cuerpo complejo
Desahoga tu clamor en una lagrima
Pues el destello que de ti se desprende
Alumbra y anuncia el mundo verdadero
Acaricía la libertad
Te a seguro, se dejará tocar
Si en los dulces laberintos de la ignorancia
Le dedicas un minuto a la ordenanza del soplo inquisidor
Somos soldados de espuma y sal
Tú, yo y los que vienen detrás
Definiendo la vida en su carrera
De torpes en el nuevo amanecer
De torpes en el nuevo amanecer
Un sueño desvela el misterio
Dominado por el estar y ser.