Un pueblo sin oído
Músico prohibido
Un pueblo sin escucha
Vida sin dicha
En las melodías del cambio, resuenan las campanas de una alegría.
Se cruzan la sonrisa prohibida con la caída del muro.
Despiertan del letargo terrenal, los sueños que abrazan la luz de la libertad.
Un pueblo sin nada
Vida cansada
Un pueblo en vacío
Un largo y profundo río.