5 de abril de 2011

Amigos por la paz en tristeza de resignación oKupa

Cabeza abajo por el filo de la acera. Cabeza gacha, la vida continúa, no espera.

A un lado el alma, al otro la carretera. Corazón de paso corto, ansiedad de paso firme y largo. Desnuda en prudencia, camina la paciencia.

Sueños rotos, ilustran la realidad más austera, acumulando necesidades sobre la manta de los amigos por la paz, encumbrados a los altares de una agnóstica ceguera institucionalizada. Dibujando ilusiones diarias con la mirada perdida en el más allá, teniendo tan presente el más acá. Recorren con temple y tiento los rincones, encendiendo la colilla de la humildad, fumando el complejo de unos oscuros callejones, protegidos de todo mal. Paseando con dignidad suprema, la estampa del que ahora campa por los jardines de la mediocridad nacional.



Enmiendas gubernamentales que, enjuagan los pesares del inválido desplazado. Justificando el acto de buena fe y la voluntad social que, enternece a sus majestades, señorías y comidas/cenas de reuniones comensales, empobrecidas por las ingentes comunicaciones televisivas, en base a número y subvención, se premian en conciencia limpia y solidaria con la indigente condición, haciendo de la indiferencia un uso, como con todo, una justificación relativa e indebida apropiación, para redimir el pecado con el paria, de la continua discriminación positiva y solvente y más que rentable salvación humana.



Público y notoria la aportación humanitaria, festejada con la grandeza del que sin tener entrega su riqueza, acallando el fantasma de la revolución, la que ya nadie promulga.

En el ocaso del pueblo, el amor se ha olvidado, para globalizar la comunión intranscendente de la ayuda al indigente. Reforzando la desgracia del ser humano y la falta de amor cristiano, pues pesada es la cruz, si vives con fe de hermano.



Ni frío, ni calor, ni puente, ni río…caminan junto a la añoranza, solicitando algo de Esperanza. Duende callejero de paz sincera, la batalla de la que reniegas y a la que te enfrentas, se hace fuerte con tu silencio. Endulzando las mesas honorables, por derecho y por torcido, codiciosas de toda injuria.



Mañana Dios dirá…Por dónde? Pasado ya es lejano, sin futuro el presente se pinta con oscura mano, si no haces de la fe el arma de gran hermano, del que se reflejo ayer y lo hará sin dudar mañana. Fe de constancia regalada, de paz en la cruz marcada.



Confianza ciega en el amanecer de las sombras y la incertidumbre. Exposición real y justiciera en el atardecer del descanso requerido y buscado.

Se esconden los sueños y los rencores, se abandona al olvido, en la búsqueda, dónde refugiar el miedo y acallar las campanas intestinales que anuncian un infierno venidero, bajo la luz de la sorpresa de algún ángel, de algún cielo.



Reivindica agua de mar que lleva por la ausencia del respeto constitucional. Alzando la voz en el vino, denunciando el abandono y bailando con la penuria en alegría de vida.

Huyendo de la lluvia, Enfrentándose a la mustia nostalgia de la noche turbia. De los castillos en el aire que sostienen los sin sentidos antisistema, para engrandecer con seguridad llana el propio sistema. Cuevas de newpijos solidarios, que no abarcan, que no alejan más allá del porro y litro diario. Ensoñadores de otro mundo, dejando la oportunidad pasar de aportar, enriquecer y valorar, lo que está pasando, mientras huyen del espanto, abandonando el bien necesario del compromiso real, con trabajo y sudores, del trabajo y las rutinas diarias.



Cruzados de sonrisa lastimosa. Sin fe y sin causa noble. NI hoy, NI mañana…

Bajo vuestros pies, más abajo aún, seres extraordinarios, os emplazan a la vida y la entrega del amor sin cuestionario. Curtidos con la piel de la indiferencia, camina y cabizbajo seguirá buscando el atajo, para vivir en dignidad honorable, para ganarse la paz y la estabilidad deseable que a todo ser humano es aplicable.



En respeto compartido y libre de pensamiento, camina y navega por las aceras de la humana arrogancia, de la insípida y salvadora ong de la supuesta vigilancia apoyada en la redundancia del sudor y los males afligidos por la simpleza y cómoda abundancia, del para mi y para los míos y los demás que se las apañen, menospreciando la virtud de la cruz que a pesar del todo, mantiene viva la luz de la esperanza y la salud de Quijote y por supuesto de Sancho Panza.



Hoy al igual que ayer, y así será mañana…



Salud y paz…ciencia.



Dedicado a J. Tristón, www.amigosporlapaz.org

Un gran corazón que, en lucha consigo mismo se encamina a la búsqueda de la absolución, aferrándose al embrujo de la inmóvil contemplación.



“Demasiado es poco, nada es suficiente, José”



OKUPA… TÉ!! de ti y se feliz, por ti, me harás feliz a mi.



A MUERTE CON LA VIDA!! Y que no puedan los sueños contigo. Humo perdido.



http://www.elsinlugarfijo.blogspot.com