Mama regala amor concediendo la vida que Papa ama a traves de los ojos de una niña llamada, Bienvenida. Dos corazones para el orgullo de un claro sentimiento: Amable y dulce será mi comportamiento.
Para Papa, Mama y el ser que ella lleva dentro.
De entre notas de amor
la música rodea mi corazón
desprendiendo en el sol de tu sonrisa, la alegría del día a día.
El frío tacto de ´mí día depositado en la piedra sin respuesta, deshace la sensibilidad del alma.
Entre los suspiros del gozo. Amor! Por qué no?
Debo conceder mi más hermoso sonrojo.
Efímera es la alegría
que no contagía luz. Sin oscuridad:
El alma, la pasión y la locura...
Granada.
Un filo hilo enreda mi corazón
tejido con la presión del odio que,
engancha con sutileza el amor de la torera pasión: Comprensión.
Una murallita de amor conserva el suspiro del padre. Llenando el te quiero, mi virgen! madre.
De colores mis amores, una chinita de poesía y otros sabores. ***
Guapo tu conquista mi castillo con las alas del amor que, yo dejo la ventana abierta para los besos de tu vuelo.
Afilo colmillos, saco uñas y coloreo pestañas. Después de tantos muerdos, nos limpiamos las lagañas.
Para Papa, Mama y el ser que ella lleva dentro.
De entre notas de amor
la música rodea mi corazón
desprendiendo en el sol de tu sonrisa, la alegría del día a día.
El frío tacto de ´mí día depositado en la piedra sin respuesta, deshace la sensibilidad del alma.
Entre los suspiros del gozo. Amor! Por qué no?
Debo conceder mi más hermoso sonrojo.
Efímera es la alegría
que no contagía luz. Sin oscuridad:
El alma, la pasión y la locura...
Granada.
Un filo hilo enreda mi corazón
tejido con la presión del odio que,
engancha con sutileza el amor de la torera pasión: Comprensión.
Una murallita de amor conserva el suspiro del padre. Llenando el te quiero, mi virgen! madre.
De colores mis amores, una chinita de poesía y otros sabores. ***
Guapo tu conquista mi castillo con las alas del amor que, yo dejo la ventana abierta para los besos de tu vuelo.
Afilo colmillos, saco uñas y coloreo pestañas. Después de tantos muerdos, nos limpiamos las lagañas.