16 de noviembre de 2010

Un recuerdo, un presente, un futuro.

¿Menospreciar un servicio de calidad conseguido por los socialistas?Señora mía, usted menosprecia la vida desde su concepción por socialista.
Menosprecia la vida, no ya del futuro de SÚ PAÍS, que es el de todos y todas. NO SÓLO SOCIALISTA.
Que se les olvida, que existen más especies humanas.

Menosprecian la vida por llegar y la presente.
¿Qué es una mujer embarazada? si no una persona que llevando dentro de sí la vida. Arriesgando la suya propia por dar una nueva. Una enferma que requiere de toda atención. Que clase de Alcalde no lucha por una vida, por un vecino.
Anteponiendo el número a su favor. Escudándose en un bien mayor.

¿Qué es usted? si no la representación LOCAL de un conjunto de personas (no de un partido político y el régimen que lo abastece) que sobreviven día a día, por conseguir una vida mejor. ¿Qué es usted? ¿A quien representa? ¿Qué representa?
Explíqueselo a sus votantes y a los que no lo son. Y por supuesto, a los que ni si quiera les preocupa su representación. Pero que tenemos el derecho a saber y la obligación de conocer.

No es menospreciarla, es marginar la vida del bienvenido y de la propia vida presente, pues no entiende que su número sea el más apropiado, que su vida no es lo suficientemente valida en número y como todos hasta la presente, deba esperar en el camino incierto, el destino que les depara, pues la salud ha evolucionado tanto, que bien justifica la demora. ¿Eso es progresismo Doña Elena? (Mire que estoy totalmente enamorado de su nombre y por momentos de su persona.)

¿Cuanto valora la vida de una persona, señora alcaldesa?

¿Cuanto vale para usted la vida de una persona y en esté caso de dos o más?

¿Merece una atención de calidad siempre o no? ¿Es de interés para usted, la mejora constante, o nos conformamos con la gota a gota, para que el poder no se agote?
¿Es seguro y cierto, que lo único que le preocupa es el dinero? ¿Cómo, si no son capitalistas? ¿Cómo si el dinero es de LOSLAS? Al dinero le meto fuego, señora.
La salud no tiene precio, ni espacio, ni hora.



¿Sabe usted en el mundo en el que vivimos? O tenemos que vivir el de la etnooperación plena. ¿Será que vivo fuera del espacio exterior y estoy a la busca de un contacto interplanetario? Allí se va a buscar la pasta, si es necesario.


Me gustan los mundos de Yupi. Hay niños. Señora Alcaldesa. Los niños significan vida, alegría, futuro y relevo. No un ordenador con tufillo, Doña Ana.
¿Les preocupa a su partido que el relevo no trasmita sus doctrinas marginales y arraigadas en el pasado?

¿Saben lo que significa progreso?
¿Lo dudo? Viven con la calculadora, comen con ella y lo más triste. Se divierten con ella. Y somos personas, bichos, criaturas, seres vivos…

Pero no a mi costa, al menos a la mía, no. No llego a azulejo, pero aquí tienen mi reflejo.

Un enfermo, y la embarazada lo es. Merece no sólo la calidad y las mejores prestaciones para cuidar de su salud y la del bienvenido o bienvenida, que también vale, aunque luego no sepamos, de que palo tirara. Mejor Ángel, que es asexual.
Merece un respeto, un cariño y sobretodo la comprensión y la aceptación con todo lo que supone llegar a ser madre.

Antes, durante y después.
Además de tener muy presente, señora mía. Que ahí una persona o muchas detrás, con la angustia y la preocupación que conlleva un parto y su embarazo.
Total=Da Señora mía, que les faltan muchos puntos para poder cerrar el juego.


La vida no lo es. Y a los hechos y actos me remito.

¿Menospreciar, señora mía? Respeto aunque solamente sea una y no ya por día, sino en el año.
Que gran alcaldesa seria.

Acaban de demostrar como buenos socialistas, el poco respeto que les merece la vida en sí, si no además, la falta de vergüenza para con sus vecinos.
Un pueblo se compone de un número determinado de personas. El gestor o político se debe a cada uno de ellos, menospreciar una parte del mismo o tan sólo uno, no merece más que mi repulsa y mi indignación. Me decepcionan con facilidad. Pues en el umbral de sus poderes, se pierden en la miseria de la soberbia y la falta de humildad.
Que confrontada con la dureza y el arraigo que ahí que tener, para afrontar un gobierno de mejor calidad. Siendo cualquier frente el abierto valido para conseguir lo más grande para su pueblo, sin mirar atrás, sin mirar a quién le deben su abdicar.
Y no parapetados en el todo vale, según oportunidad.

Gobierno de poco empaque, para tan noble y leal capital.

Esperaba mucho más de ustedes. Una vergüenza como entienden la vida y el futuro de un pueblo. Y les recuerdo que no es suyo. Ya es hora que se bajen a la realidad. Que abran la fortaleza y dejen de claudicar.
Más respeto y criterio al gobernar.

Sus números los avalan, se quedarán solos (antes o después, la fortaleza cederá, son hechos históricos de frontera y humanidad). Algo que entiendo es donde siempre se movieron, pues los demás no somos más que un número para incluir o quitar.


Que tristes serán sus vidas, para acostarse con la calculadora.
Me dan pena. Y la pena que yo proceso, va más allá de este suceso.



Merecemos +


Nota:
Y que quedé claro de una vez, nunca pensaría tener que decir esto.
Y lo digo con la grandeza que merecen mis palabras, pues la modestia es paralela a su soberbia, hablo cuan merecen. Orgulloso de ser de derechas.

Ustedes no me representan ni como vecino, ni como humano. Para nada.

Su soberbia les delata y el punto final que ha puesto la consagra a usted y a Doña Ana. Pues ya le vale, con la gracia y sí, el desprecio (pues no habrá ciencia, ni religión, que alivie o de cariño al enfermo en su posición, más que la cercanía que da el que ofrece, sin miramientos numéricos, y con la pasión de sentirse orgulloso de su condición y por supuesto de vivir en una determinada posición y situación, geográfica e institucional), con la que trata lo más bonito que parió la madre tierra. La vida. Y por supuesto hacerlo en la casa de uno. Nunca habrá mayor seguridad, cariño y confianza como en la propia. Algo que es normal que no entienda, pues es socialista y no nació aquí. Me gustaría saber que tanto respeto le merece el lugar donde nació. Que da igual la frontera, pero el amor a la tierra, siempre por bandera.Por lo que, el orgullo que a mí querida alcaldesa le sobra y derrama a todas horas, le falta a Doña Ana Cortecero.

Disfruten lo votado, nos volveremos a ver, Dios mediante o después.
Pues nací cortijero, granaino de alta cuna, Pedricero de corazón y alcalaíno por pasión, derecho y obligación.

Salud y paz...ciencia, relativa.

Merecemos + que ser meros vasallos.

Nota: No pregunten por los corrillos, no pregunten por los callejones.
Yo estoy hasta los cojones. Y aún sí les respeto, pues respeto la vida.
Aplíquense el cuento, que ni soy socialista, ni pepero. Soy Pedricero.
(Algo que en un futuro, plantearemos, como y donde corresponde, pues sin documento de relevancia, lo único que se solicita es un graduado escolar, para acomodarme en el sillón de su majestad.
No lo dicen en el parlamento, el senado o en diputación. Lo dice la constitución.)
Cámbiela, pues los tiempos la cambiarán por imposición natural.
Todo llega. Paciencia es lo que necesita la libertad.


Que os aproveche.
El mundo es inmenso.
Si no os apoderáis de el antes.
Cuidad de mis raíces.
Pues estaré presto y atento.

Que Dios os bendiga.