22 de marzo de 2010

1º paso de una historia mal contada

El lamento de un hombre
Se deshace en lágrimas
Se desprende de su turbante
Cómo si un costal pesado lo cubriese
Sus ojos horrorizados
Amontonan balbuceos y sin sentidos

La prisa de su expresión
Le incapacita para la entendible interlocución

Ha llegado de la nada
Con el miedo por vestido

De sus andrajos roídos rezuma
El hedor de la muerte

Cómo el humo de la perdición
La niebla espesa de la mañana
Se aproxima impaciente

El manto de las tinieblas
Devora el contorno
Dejando el vacío
Silenciando cualquier rumor

Los pájaros dejaron el vuelo

En los nidos de la seguridad
Se han recogido

La amenaza que se avecina
No otorga opciones
Más que rezar por la salud perdida
Que divaga ante mis pies
Postrado entre mis rodillas
Suplicando un perdón
O algo de compasión

Cada momento es el último
Entre sus brazos desangrados
La mirada tiembla agonizante
¿Que dominará a este caminante?...

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